Higiene bucal en Baio y Cee

o    Cepíllate lentamente con movimientos cortos, suaves y elípticos, prestando atención a las encías, los dientes posteriores (de difícil acceso) y las zonas que rodean las coronas de los dientes y empastes. Puedes combinar esta técnica con la inclinación de las cerdas del cepillo en un ángulo de 45° (esto asegura que se limpie la zona que está por debajo de la encía), contactando tanto con la superficie dentaria como con el borde de las encías. Asimismo, continúa con movimientos de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba.

o    A nivel de la superficie de mordida usa un movimiento de frotado suave hacia atrás y adelante. También debes cepillar la lengua de atrás hacia adelante para mover las bacterias productoras de mal olor.

o    Cepíllate mínimo dos veces al día. Acostúmbrate a cepillarte los dientes después de cada comida, mínimo por la mañana y por la noche.

o    Si puedes, usa cepillo eléctrico, que es más cómodo y completo. Él solo te guiará.

o    Renueva el cepillo cada tres meses para evitar enfermedades periodontales.

o    Usa el hilo dental o cepillos interdentales para prevenir la formación de caries interdentales y elimina la acumulación de placa bacteriana.

o    Aclárate con colutorio, pues reduce el volumen de la placa y evita patologías e infecciones.

o    Acude al dentista dos veces al año.

o    Mastica chicle sin azúcar, pues ayuda a evitar la caries dental al sacar las bacterias de entre los dientes. Además, facilita la producción de saliva que contiene calcio y fosfato. Este "lavado" dental remineraliza y endurece los dientes tras el ataque ácido de la comida. Búscalos con xilitol, pues reduce la bacteria bucal dañina.
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o    Realízate una limpieza al año como mínimo, que permitirá la eliminación de manchas (por té, café o tabaco) y de sarro (cálculo) en tus dientes y con ello podrás prevenir enfermedades periodontales que ocasionan movilidad y pérdida de la pieza dental.

En la mayoría de los casos, el mal aliento tiene su origen en la boca. Por ello, mantener una buena higiene bucal es fundamental para prevenir la halitosis. La boca contiene bacterias que descomponen los restos de alimentos. Este proceso de descomposición genera gases de mal olor, conocidos como compuestos volátiles de azufre. Para prevenir o tratar la halitosis, es imprescindible el cepillado dental, junto con la higiene interdental diaria, es decir, el uso diario de cepillos interdentales o la seda dental.

Si sufre de gingivitis o periodontitis, su boca contiene una cantidad adicional de bacterias que contribuyen al mal aliento. En estos casos es necesario un tratamiento profesional de la enfermedad en cuestión para curar el mal aliento. Una boca bonita, con unos dientes limpios y cuidados no es solo nuestra carta de presentación, sino un termómetro que mide nuestra salud.